Nuestra línea editorial en el caso Panama Papers.....
Cuando a John Dillinger le preguntaron por qué robaba bancos, su respuesta fue sencilla. Porqué ahí está la plata.
                                             Los periodistas son iguales.   Buscan noticias, donde hay noticias.   Por eso, actuaremos con cautela en el tema de los Papeles de  Panamá.  Creemos que opinar sin leer los  11 millones de documentos sería caer en la estrategia que el periodismo  entrenado ha realizado por décadas: Soltar una, dejar que hables para que el  refrán de “palabras sacan palabras” se vuelva realidad.
                                           
Nos duele que el país esté en esto, no nos gusta lo que  vemos y no creemos que las respuestas dadas hasta la fecha sean consistentes  con los documentos que dicen tener los que reportan cosas distintas en otras  latitudes.
                                           
No juzgaremos a Mossack porque no somos jueces de nadie. Sin embargo, creemos que llegó el momento de saber que nadie puede firmar documentos con fechas anteriores, notariarlas y luego venderlas como si esto fuera un “carro” o un “cuchillo”.
Nuestro país debe entender que no hay nada  glamuroso en servir de testaferro bajo el pseudónimo de “nominee shareholder”.
                                           
Nuestro país debe entender que este negocio aporta muy poco  para la gran cantidad de problemas que nos da   (vea noticia). No creemos que este “negocio” sustente el sector servicios, la banca, ni  mucho menos que sea un pilar de la economía nacional.
                                           
Tenemos serias dudas de que exista algo llamado “plataforma  de servicios internacionales” y si lo existe no creemos que este escándalo lo  afecte.
                                           
Terminamos diciendo que la línea editorial de este periódico es la cautela ante la gran cantidad de documentos que estos periodistas dicen tener. Estos sujetos son profesionales en encontrar noticias y no creemos que las busquen donde no estén. Estos no son tiempos para hablar, son tiempos para escuchar y eso es lo que haremos.